No se ilumina la higuera,
No quiere tener retoños
Pues el miedo a perderlos
La atormenta en cada otoño.
Dime, pequeña higuera,
¿No puede vuestro esposo
Protegeros de la luna?
En los campos tú sollozo
Se deja oír a los buitres;
Tu refugio la luz es,
La oscuridad lejana
Cerca de ti no la esperes
Pues no es sino una ilusión
Vaga del miedo que quieres
No sentir a cada paso.
¿El desierto en tu mente temes
Que invada tus sentimientos?
Riega, pues, alegres flores
Que asienten la tierra tuya;
Por miedo de nuevo no llores.