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jueves, 30 de enero de 2014

El amor se llama hambre



Ríos nuevos surgen entre las calles
Y nenúfares rojos las recorren
Como gotas de mayo en los rostros;
Melancólicos recuerdan la vida
Transcurrida durante su infancia,

Bajo los puentes las gotas se unen,
Lluvias surcando las tiernas mejillas
De los tristes niños que están llorando
Por el pesado yugo que colgaba
Aprisionando las gargantas.

4 comentarios:

  1. Muchísimas gracias por tu comentario de verdad que me ha conmovido. Te sigo en tus dos blogs.
    He estado bastante ocupada con la Universidad pero ahora estoy de vuelta y escribiré mas.
    La tristeza mejor fuera que dentro.

    Los nenúfares rojos siempre traerán ríos nuevos y a la vez recuerdos que creíamos encerrados haciéndonos llorar por lo nuevo... y por lo no tan nuevo. Y nunca dejaremos de intentarlo.

    Un abrazo!

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  2. Perfecto, triste pero hermoso a su manera, más vale una lagrima derramada que una lagrima que te envenena por dentro.
    Un saludo desde Chile
    PD: Cada vez te conviertes en mi poeta favorito, gracias por hacerme interesar en este genero

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  3. Hermoso poema! Aunque un poco triste...
    Un abrazo y pásate cuando quieras :3

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  4. Ayyy el amor sus condolencias y ausencias...
    Bello poema.
    Besos

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