Hoy lo he visto claro. No es nada difícil olvidar si ella
con sus ojos oscuros y su pelo ondulado se pone frente a mí, sonriente
eclipsando su tenue recuerdo.
Pensaba que esos ojos verdes me atormentarían durante largos
años de mi vida, sin embargo ella, tú, me ha robado la memoria. Y me
sonríe cogiéndome la mano. Y ahora no me tumbo a observar las estrellas si no a
recordar su rostro moreno y sus dulces palabras.
Gracias, gracias por ayudarme a dejar atrás aquel
tormento de verdes miradas.
La complicada tarea de olvidar, se vuelve más fácil con ayuda.
ResponderEliminarBien expresado Cristian. Saludos.
que bonito poema y tan cierto, a veces olvidar cuesta, pero como dice el dicho un clavo saca a otro, solo a veces en mi caso :) un abrazo!
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