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lunes, 11 de mayo de 2015

Ciudad

Me pierdo en el corazón de la ciudad, tu ya no estas para guiarme a ciegas cogiéndome de la mano.
Las luces tenues se ven borrosas sin ti, como un cuadro rocambolesco de la propia realidad sin ti.
Ahora mis ojos no tienen con que soñar, y las negras ojeras se recostan bajo ellos, buscando el calor que solo dabas tu a mis brazos.
No te observo lúcida, pues eres solo un borrón en mi memoria.

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