Quizá nunca sería un infinito real, una fina línea a caballo entre lo real y lo irreal. Siempre había pensado que era especial, ¿estaba, tal vez, equivocada? Ya no era una cría, los cuentos de princesas con final feliz le quedaban pequeños, refugiarse en ellos le era tan imposible como guardar un león en una caja de zapatos.
No llevaba ya cómodas zapatillas, no, calzaba incómodos zapatos de tacón simplemente por no quedarse atrás en los años, por tener aspecto, superficialmente, de mujer. Pero en su interior no lo era. Seguía creyendo ser una princesa, a pesar de los chicos que pisotearon ese ideal, era una joven que quería sentirse libre y tenía ataduras en pies y manos. Ataduras sociales, morales. Ataduras invisibles, ataduras que ahogaban.
Decidió sin contárselo a nadie huir una noche cálida de verano, con una mochila llena de ropa, una camiseta blanca de tirantes, shorts rojos y un moño flojo. Viviría ella sola en su casa de blancas paredes y suelos de mármol; de vestidos verdes con grandes enaguas; en su mundo de príncipes azules.
Decían que todo era un sueño pero no alcanzaban a entender que cuando sentían felicidad era pensando en sus profundos sueños. Y le miraban raro por querer vivir feliz en su estimado sueño. No aceptaban dejar huir la imaginación para crear un propio mundo donde vivir sin un ápice de sufrimiento ni mentira.
No aceptaban que viviera a su manera.
Hola,
ResponderEliminarMe gusta mucho tu web, por ello te he nominado al premio "Liebster Awards". Los poemas que escribes están muy bien estructurados y las historias muy creativas y fáciles de leer.
Si quieres saber más sobre ello, te puedes meter a mi web para informarte sobre el tema, que es:
www.caminandoentrehistorias.es
Un saludo y un abrazo. :)
Hermoso, avece combiene vivir en la imaginación en los sueños, hay ya no hay ataduras ni mascaras, puedes ser libre, ser una vez real en la irrealidad, la sociedad, la familia nos imponen muchas cosas y se olvidan que uno busca su felicidad.
ResponderEliminarVuelvo a repetir hermoso, me encanto.
Un saludo enorme y feliz comienzo de semana
¿Guardar un león en una caja de zapatos? Jaja nunca había oído esa expresión! Me la apunto ;)
ResponderEliminarY con respecto al resto del texto... sencillamente PERFECTO!
Tienes toda la razón del mundo, la apariencia es una cosa y los sueños que se esconden en nuestro interior, otra muy distinta. Y cuando los sacamos a la luz la gente nos mira como si fuéramos bichos raros. Pues ellos se lo pierden. Yo soy feliz en mi baile que dura hasta más allá de la media noche y al amanecer regreso en mi unicornio azul celeste ;) Jaja
Saludos y pásate cuando quieras :3
Yo abogo por defender nuestros sueños y nuestras rarezas siempre.
ResponderEliminarBesos