Yo prefiero a las noches,
el tabaco, las puertas cerradas.
Yo secuestro al amor,
donde se encuentra la esperanza,
y defiendo la justicia de los pobres
Quemados por un sol que se
funde en el cenicero.
Cuando mis sueños partan a galope,
tan rápido que tus ojos los olviden,
recuerda que tus emociones y las
mías las hemos creado los dos;
así convirtamonos en demonios
y pidamos a Dios una segunda
oportunidad
en la eternidad.
Que hermoso n.n
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