Canto XIII
No busques una salida
en este cruel mundo
que no acabó tu partida
sin tiempo de redención,
un pensamiento suicida,
no te quedan fuerzas para vivir.
Cantas una alborada
en aquel cementerio,
vuelves cada madrugada
recordando lo pasado
después de una pedrada
tu vida se detiene.
Canto XIV
Un pétalo de rosa
se posa suavemente
sobre el yermo carámbano
que deja el álgido invierno,
Ella sepulta sus espinas
en el cabello del viento
acorralado tras el manto
fúnebre del ocaso.
Destila sus lágrimas quebradas
en la angustia del abismo
reflejadas en su mente
de recuerdos almizclados.
La vida siempre es dura, pero siempre queda la esperanza, no lo olvides.
ResponderEliminarSon versos crueles pero muy divertidos = a muy buenos : )
ResponderEliminarBesanises.