Un amanecer oscuro
de luces agrietadas
vino a buscar un futuro
empapado en ensangrentadas
lágrimas, de amor inseguro.
Y retornó en silencio
la luna que nos juntaba,
Nos atrapó entre el incendio
del cuerpo que encerraba
en los pechos de tu río;
Corría solo en la alborada
que anegaba tu sonrisa
de fértiles cañadas
que apretaban tu camisa
de dos flores casadas.
Bellisimo poema bellisimo de veras.
ResponderEliminarBesos
Ha sido ver la etiqueta Nana de los sueños oscuros y me he lanzado a la piscina sin mirar si tenía agua. La verdad es que me ha gustado mucho, y me alegra haberme lanzado. He decidido venir a echar un vistazo al ver que habías comentado mi blog, y como me ha gustado tienes una nueva seguidora. ¡Ánimo!
ResponderEliminarUn frío beso,
Emily