Cien aves vuelan+De amor oscuro

Cien aves vuelan
En portales de esperanza
De sucio viento se rodean

Después de la tormenta
Solo quedan en el cielo flotando
Sueños sin veleta

El viento sopla las velas
Hechas de piel y bragas.
Espíritu, ¿Conmigo te quedas?

De amor oscuro

Los días vendrán como disparos que aúllan al viento en la verdad

de mi propio inmundo ser, las horas pasan solas, 

con la condecoración de la vejez de los árboles, los perros, mi cuerpo.

No hay milagros, ellos no descienden por las montañas de mí alrededor,

mi sitio particular, donde cazan lobas, maúllan panteras, 

germinan vírgenes cuerpos deseosos de entregarse al placer del calor, 

de los leves roces, las suaves caricias.

Rápidas estampidas de ñues atrapan mi pelo entre la puerta y el olvido,

y mi cabeza se atrapa, entre blancas mariposas, 

entre las faldas de tu vestimenta, entre los muslos jugosos, 

juegan a ser tímidos y vacilan, 

antes de pulsar rosas pétalos que entregarán la luna dócil 

a mis manos resecas cuando buscan un cálido manantial de tristes almas,

dulces penas, 

caricias olvidadizas de mujeres dispuestas.

Son caminos adversos, 

cuando viene el día cargado de munición con horas y minutos 

que se desnudan bajo mi estambre cochambroso de púgiles enhebrados 

por aullidos milenarios de sucias lobas, 

garras seductoras que arrancan mis ataduras, 

rasgan mi torso palpitante por infecciones efímeras de amor oscuro, 

de luciérnagas apagadas bajo mi pisar tortuoso, 

frente al correr de lobas y panteras, 

del sofocar acabado de vibraciones con muslos finos,

pieles castas, blancas carreras hacia oscuras cuevas magmáticas, 

candentes.