Se que siempre decías de mis versos que eran demasiado para ti, que no merecías tanto amor, que una chica de la calle nunca tiene su historia feliz.
Pero la tuviste, la tuvimos.
La luna fue nuestro colchón, y su reflejo el más fiel espejo para tu belleza. Entre tus manos pudimos ver florecer luciérnagas haciendo brillar tu rostro.
Pero siempre fue demasiado para ti.
Y para mi era darte demasiado poco.
Me decías cuando observábamos cada noche las estrellas bebiendo de una botella de jack daniels que cuando menos lo esperara te irías. Yo esbozaba una sonrisa y te decía que cogería fuerte tu mano para evitarlo, y una fina sonrisa melancólica invadía tu rostro.
Tu sabías perfectamente de tu huida, y a pesar de ello buscaste tu hueco en los raídos retales de mi pecho.
Y ahora ni el humo ni el bourbon logran imitar tu calor.
Que lindo y melancólico relato realmente bello.
ResponderEliminarUn saludo
Hola Cristian!!
ResponderEliminarMe estoy poniendo al día con tus escritos y wow la verdad es que están muy buenos sobre todo este que es mi fav hasta el momento =) aunque te confieso que la mayoría andan un poco tristes... espero no sea pena de amor y sea solo inspiración =)
Besos!